CARTA AL AMOR VERDADERO
Hace algunos años, en mi época de adolescencia, me pasaba noches y noches enteras soñando con alcanzar una estrella......
trepaba entre las nubes de la noche ,
buscaba y buscaba....me paraba en la puntilla de los pies y ¡que va!
No alcanzaba, no llegaba a obtenerla.
Frustrada por mi esfuerzo fallido me acurruque en un rincón a llorar mi desilusión.
Percatándose de eso una amiga me dijo:
”No llores por esa estrella, Dios te debe tener reservada una mas brillante, cuya luz jamás se extingue”.
Y era tan grande mi encaprichamiento que llegue a pensar;
“Pero yo deseo esta estrella, la que yo escogí, la que yo soñé y la que he tratado de alcanzar..., si alguien quiere otra para mi, yo no la quiero, yo deseo la que escogí”.
Pero Dios... en su misericordia infinita no escucho mi insolencia
...y una tarde de invierno, una repentina llovizna de estrellas permitió que una de ellas se posara entre mis manos...
y efectivamente, tu Amor, llegaste a mi vida
y yo no me daba cuenta de lo maravilloso de tu existencia,
hasta que fuimos conociéndonos un poco mas, y otro poco.
...Y así, una mañana de Diciembre decidimos sellar ese amor bajo el vinculo sagrado del matrimonio.
Ya han pasado 25 años desde entonces,
ciertamente hemos sido muy felices,
pero lo que creímos era “una amor de verdad”
no era mas que el preludio del verdadero amor....,
hemos aprendido por medio de la convivencia juntos que el sentimiento genuino
es aquel que soporta los problemas,
uno que no se derrumba con el primer ventarrón
ni se ahoga en un aguacero...es aquel que subsiste ante tifones,
sale a flote cuando todo lo demás se sumerge
y se regocija esperando la llegada del sol.
En un mundo donde las estadísticas del divorcio
son de 2 por cada 3 matrimonios,
hemos presenciado uniones difíciles,
relaciones enfermizas, matrimonios a punto de desmoronarse,
pero nos hemos rodeado de aquellos que, como nosotros se han esforzado por encontrar la clave del AMOR VERDADERO...
esa clave que se había escrito tantos años antes
y casi nadie se esforzó por aplicar;
”Mejores son dos que uno, porque tienen buen galardón, por su duro trabajo,
pues si uno de ellos cae, el otro puede levantar a su socio...
Y UNA CUERDA TRIPLE NADIE LA PUEDE ROMPER”.
Si, hemos tratado de tomarnos de las manos fuertemente,
pero además hemos entretejido una triple alianza,
una cuerda reforzada, un tejido de tres lazos...,
el tuyo, el mío y el de Jehová...
poniéndolo, en serio a El en primer lugar en nuestras vidas,
las bendiciones que hemos recibido han sido ricas y abundantes...,
me siento segura y confiada al ver hacia adelante
y no temo porque este amor que hoy experimentamos
y la base de nuestra relación,
son realidades sólidas que nos dan la plena confianza en que esta clave jamás puede fallar,
hemos aprendido que el amor no se acaba con el primer problema,
que no se destiñe con la primer lavada...
y que no envejece con el pasar del tiempo.
El amor es una fuente de energía en la caída
y un levantarse con dignidad ante las tretas de la vida...
Es un “NO” rotundo a la infidelidad y a la desconfianza,es una lagrima de alegría,
de gozo infinito y de comprensión mutua.
De vez en cuando a media noche, un mal sueño me sobresalta y ...
¡que maravilloso extender mi brazo y sentirte a mi lado dispuesto a protegerme!
Hemos vivido juntos tantas, pero tantas vivencias en tan poco tiempo,
que me parece que llevamos una vida entera compartida
y sin embargo la emoción es tan sublime como la del primer día que llegaste a mi.
A veces recuerdo aquellos días en que, caprichosa,
pensaba que la vida se había detenido en la perdida de mi estrella......,
y agradezco tanto a Jehová, quien efectivamente, me brindo “algo mejor”,
definitivamente MUCHISIMO MEJOR.
Hemos sido bendecidos por Jehová con dos maravillosos hijos: Bithia y Jafet.
Y Jehová a sido una inmensa fortaleza, una torre fuerte en los momentos difíciles,
Situaciones que han fortalecido nuestra fe en Jehová
y a la vez nuestro matrimonio.
He encontrado en ti la risa, y el llanto, la lagrima y la sonrisa, la mano fuerte que me levanta y a la vez me pide ayuda, la censura y la frase del amor,
el consejo y la alabanza...
EL AMOR VERDADERO,
y le pido a Jehová que esta estrella fulgurante –nuestro amor-.
Jamás se extinga y no tiene porque suceder
si seguimos juntos esforzándonos día a día por
“FORMAR LA CUERDA TRIPLE QUE NADIE PUEDE ROMPER”.
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